jueves, 3 de enero de 2008

Carbón dulce: un delicioso castigo.


El carbón dulce es un preparado a base de azúcar y agua (denominado glasa). El modo de elaboración consiste en conseguir una especie de espuma que, al enfriarse, se parece al carbón, de ahí el nombre. Eso sí, previamente hay que colorear el compuesto con humo negro.

El primer paso es preparar la glasa en frío: azúcar lustre en un 80% y agua en un 20%, hasta obtener una masa homogénea a la que daremos color para que obtenga su aspecto tradicional.

Seguidamente, se prepara un jarabe también con agua y azúcar común, hasta que alcanza el punto de caramelo blando, esto sucede a 128º C aproximadamente. Al conseguirlo, se retira del fuego y se añade la glasa elaborada anteriormente. Sin dejar de remover en círculos, veremos que el conjunto esponja y sube en forma de espuma. Lo dejamos enfriar y ya tenemos nuestro dulce listo para comer.

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